La empresa tradicional: 10 factores que pueden acabar con ella
(2ªParte)
Continuamos con el decálogo que iniciamos en la anterior entrada de blog, sobre los factores habituales que pueden lastrar el desarrollo de la empresa tradicional…
QUINTO
Hacerlo bien es tu deber!
No hay recompensa. No se puede exigir más a quien sólo le une con la empresa una relación contractual mediante una retribución concreta, punto donde se acaba la conexión con el trabajador. No se potencia el contrato psicológico, ni la implicación emocional.
“Usted tiene un salario… y si encima lo hace bien, estupendo”
Este es uno de los factores que más insatisfacción crea en el trabajador español.
SEXTO
Esta empresa es una gran familia !
El negocio en su origen creció y se nutrió de la gente cercana a la propiedad y a su gente de confianza para configurar su plantilla. En estructuras empresariales con expectativas de futuro, el nepotismo y la recomendación llevan a la desprofesionalización de la empresa y la descapitaliza intelectualmente.
La empresa necesita perfiles profesionales que lleven apersonas y no personas que lleven a perfiles profesionales.
LA DIRECCIÓN PATERNALISTA OBTIENE RESPUESTAS POCO PROFESIONALES (NIÑOS).
Este defecto se agrava si los lazos entre la masa laboral y la propiedad o la dirección, son directas.
SÉPTIMO
¡Qué me va a enseñar a mí este joven!
Lo que algunos llaman “la cualificación de las canas”. El criterio de la antigüedad como único valor para el crecimiento y promoción dentro de la empresa no es válido pues si bien la experiencia es importante las compañías más punteras combinan este ítem, con la cualificación de profesionales jóvenes que tienen mucho que aprender, pero también enseñar.
OCTAVO
El error se castiga y la amenaza motiva
Estos rasgos culturales llevados al extremo atenazan al trabajador a la hora de desempeñar su labor y de tomar decisiones. Además supone un potente reductor de productividad y eficiencia a medio y largo plazo.
NOVENO
Disimula… Haz que trabajas!
Este “valor” es típico de la empresa tradicional. Frente a ello se pueden realizar dos lecturas diferentes:
1º Mientras más horas estés en el puesto de trabajo, mejor. Las apariencias son más importantes que la eficiencia.
2º El trabajador no está más horas, pero las que está, apenas desarrolla su labor, limitándose a “pasar el tiempo”
DÉCIMO
El Jefe siempre tiene la razón
Estos rasgos culturales son habituales en las empresas de otra época. Las decisiones y críticas a una decisión o acción de un superior son entendidas como un ataque a su autoridad y por lo tanto como una amenaza. Este valor esconde una fuerte resistencia al cambio y pone en peligro la creatividad de la organización. Cuidado con “apelar al rango”.
En suma… la no corrección de estos factores suelen diferenciar a los modelos de éxito que prosperan y trascienden en el tiempo, de los que no llegan más allá de la segunda generación a lo sumo…
PD: el “no tener tiempo para pensar” o el creer que cambiar esto supone “un coste” para la organización, son creencias limitantes que se repiten habitualmente… El resultado es sencillo… Si no modificamos los factores… ¿mejorará el resultado?
JetSelling
La última es el problema que lo resume todo… El jefe delega trabajo pero no responsabilidades y decisiones y en algunos casos, si piden opinión pero son pocos…. Con la empresa pero sin la empresa… Cuesta que se vea esto…